Vile
De que va, un grupo de amigos está en un día de campo, a su regreso alguien se acerca a su auto, les tira un gas y cuando despiertan se encuentran en un cuarto, donde una especie de Gran Hermano, encarnada en una viejita que parece muy tierna, les dice que la única forma de escapar de esa casa es torturándose mutuamente hasta lograr que una pantalla marque el 100%. Tras dudas aceptan y comienzan con la tarea. De apoco afloran las distintas personalidades y podemos ver cuales son los personajes más psicópatas.
Es una especie del Juego del Miedo versión 2012. Agrega poco al género, pero la mayor pregunta es quienes somos y porque vemos este tipo de cine.
La idea no es mala aunque poco se entiende sobre la verdadera motivación de quienes crean este juego perverso. En parte quedamos atrapados tratando de entenderlo, nada es lo que parece y nadie es inocente ante el dolor ajeno, una película para sentirnos incómodos.
RESUMEN: No creo que volvería a verla, no logré encontrarle el sentido más que la tortura por la tortura en sí. Una película para los amantes del dolor.
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Desde el 2000 en adelante comenzaron a proliferar pelis en las que las torturas son el foco central. Hostel, Martyrs, desde Usa hasta Francia y pasando por Japón, la lista es interminable.
ResponderEliminarParece imprescindible mostrar más gore en estos últimos años, ya no alcanza con los golpes de susto clásicos y la progresiva construcción del suspense.
Inclusive se habla de "torture-gore" como un subgénero...
p/d: obvio que existieron pelis mucho más viejas en las que la tortura cobraba peso, como las Guinea Pig o Salo, pero desde la década pasada se hiper multiplicaron.